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jueves, 27 de marzo de 2008

El color de la magia (The colour of magic) de Terry Pratchett. Ahora en imagen real!!!

Si!! Despues del exito de Hogfather, Skyone se ha animado a que vea la luz otra miniserie de dos capitulos del mundo disco. Señoras y señores, con ustedes:

EL COLOR DE LA MAGIA



El reparto:

Roger Ashton-Griffiths ... Lumuel Panter-Midnight
Sean Astin ... Twoflower
David Bradley ... Cohen the Barbarian
Liz May Brice ... Herrena
Peter Copley ... Spold
James Cosmo ... Galder Weatherwax
Tim Curry ... Trymon
Richard da Costa ... The Luggage
Jason Daly ... Stren Withel
Karen Shenaz David ... Liessa (as Karen David)
James Greene ... Narrowbolt
Laura Haddock ... Bethan
David Jason ... Rincewind
Eloise Joseph ... Spell One (voice)
Will Keen ... Ganmack Treehallet-Venerable
Allin Kempthorne ... Cripple Wa
Christopher Lee ... Death (voice)
Stephen Marcus ... Broadman
Michael Mears ... Jiglad Wert-Hoodwinkers
Pia Mechler ... Weems
Paul Meston ... Blind Hugh
James Perry ... Magic Sword (voice)
Terry Pratchett ... Astrozoologist 2
Joe Sims ... Big Star Man
Nicholas Tennant ... Head Librarian
Marnix Van Den Broeke ... Death


En Tusseries ya se encuentra para bajar en versión original.
Ojala sigan animandose a sacar más.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Terry Pratchett comunica que tiene una variedad de Alzheimer

Ojala tarde muchisimos años en manifestarse, Terry...

Folks,

I would have liked to keep this one quiet for a little while, but because of upcoming conventions and of course the need to keep my publishers informed, it seems to me unfair to withhold the news. I have been diagnosed with a very rare form of early onset Alzheimer's, which lay behind this year's phantom "stroke".

We are taking it fairly philosophically down here and possibly with a mild optimism. For now work is continuing on the completion of Nation and the basic notes are already being laid down for Unseen Academicals. All other things being equal, I expect to meet most current and, as far as possible, future commitments but will discuss things with the various organisers. Frankly, I would prefer it if people kept things cheerful, because I think there's time for at least a few more books yet :o)



PS: I would just like to draw attention to everyone reading the above that this should be interpreted as 'I am not dead'. I will, of course, be dead at some future point, as will everybody else. For me, this maybe further off than you think - it's too soon to tell. I know it's a very human thing to say "Is there anything I can do", but in this case I would only entertain offers from very high-end experts in brain chemistry.

Es mi escritor favorito :(

Artículo original en: PaulKidby

El Heavy Metal y la Historia (por Arturo Pérez-Reverte)

Corsés góticos y cascos de walkiria




No soy muy aficionado a la música, excepto cuando una canción –copla, tango, bolero, corrido, cierta clase de jazz– cuenta historias. Tampoco me enganchó nunca la música metal. Me refiero a la que llamamos heavy o jevi aunque no siempre lo sea, pues ésta, que fue origen de aquélla, es hoy un subestilo más. Siempre recelé de los decibelios a tope, las guitarras atronadoras y las voces que exigen esfuerzo para enterarse de qué van. Las bases rítmicas, el intríngulis de los bajos y las cuerdas metaleros, escapan a mi oído poco selectivo. Salvo algunas excepciones, tales composiciones y letras me parecieron siempre ruido marginal y ganas de dar por saco, con toda esa parafernalia porculizante de Satán, churris, motos y puta sociedad. Incluidas, cuando se metían en jardines ideológicos, demagogia de extrema izquierda y subnormalidad profunda de extrema derecha. Etcétera.

Sin embargo, una cosa diré en mi descargo. De toda la vida me cayeron mejor esos cenutrios largando escupitajos sobre todo cristo que los triunfitos relamidos, clónicos y saltarines, tan rubios, morenos, rizados y relucientes ellos, tan chochidesnatadas ellas, con sus megapijerías, sus exclusivas de tomate y papel cuché, y toda esa chorrez envasada en plástico y al vacío. Al menos, concluí siempre, los metaleros tienen rabia y tienen huevos, y aunque a veces tengan la pinza suelta y hecha un carajal, éste suele ser de cosas, ideas, fe o cólera que les dan la brasa y los remueven, y no de cuántas plazas será el garaje de la casa que comprarán en Miami cuando triunfen y puedan decir vacuas gilipolleces en la tele como Ricky, como Paulina, como Enrique.

Pero de lo que quiero hablarles hoy es de música metal. Ocurre que en los últimos tiempos –a la vejez, viruelas– he descubierto, con sorpresa, cosas interesantes al respecto. Entre otras, que esa música se divide en innumerables parcelas donde hay de todo: absurda bazofia analfabeta y composiciones dignas de estudio y de respeto. Aunque parezca extraño y contradictorio, la palabra cultura no es ajena a una parte de ese mundo. Si uno acerca la oreja entre la maraña de voces confusas y guitarras atronadoras, a veces se tropieza con letras que abundan en referencias literarias, históricas, mitológicas y cinematográficas. Confieso que acabo de descubrir, asombrado, entre ese caos al que llamamos música metal, a grupos que han visto buen cine y leído buenos libros con pasión desaforada. Ha sido un ejercicio apasionante rastrear, entre estruendo de decibelios y voces a menudo desgarradas y confusas, historias que van de las Térmópilas a Sarajevo o Bagdad, incluyendo las Cruzadas, la conquista de América o Lepanto. Como es el caso, verbigracia, de Iron Maiden y su Alexander the Great. La mitología –Virgin Steele, por ejemplo, y su incursión en el mundo griego y precristiano– es otro punto fuerte metalero: Mesopotamia, Egipto, La Ilíada y La Odisea, el mundo romano o el ciclo artúrico. Ahí, los grupos escandinavos y anglosajones que cantan en inglés copan la vanguardia desde hace tiempo; pero es de justicia reconocer una sólida aportación española, con grupos que manejan eficazmente la fértil mitología de su tierra: Asturias, País Vasco, Cataluña o Galicia. Tampoco el cine es ajeno al asunto; las películas épicas, de terror o de ciencia ficción, La guerra de las galaxias, Blade Runner, Dune, las antiguas cintas de serie B, afloran por todas partes en las letras metaleras. Lo mismo ocurre con la literatura, desde El señor de los anillos hasta La isla del tesoro o El cantar del Cid. Todo es posible, al cabo, en una música donde el Grupo Magma canta en el idioma oficial del planeta Kobaia –que sólo ellos entienden, los jodíos– mientras otros lo hacen en las lenguas de la Tierra Media. Donde Mago de Oz alude –La cruz de Santiago– al capitán Alatriste y Avalanch a Don Pelayo. Donde los segovianos de Lujuria lo mismo ironizan sobre la hipocresía de la Iglesia católica en cuestiones sexuales que largan letras porno sobre Mozart y Salieri o relatan, épicos, la revuelta comunera de Castilla. Y es que no se trata sólo de estrambóticos macarras, de rapados marginales y suburbanos, de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria. Ahora sé –lamento no haberlo sabido antes– que la música metal es también un mundo rico y fascinante, camino inesperado por el que muchos jóvenes españoles se arriman hoy a la cultura que tanto imbécil oficial les niega. El grupo riojano Tierra santa es un ejemplo obvio: su balada sobre el poema La canción del Pirata consiguió lo que treinta años de reformas presuntamente educativas no han conseguido en este país de ministros basura. Que, en sus conciertos, miles de jóvenes reciten a voz en grito a Espronceda, sin saltarse una coma.



Artículo original: XLSemanal


Lo que muchos no sabreis, es de donde le surgio la idea al maestro Reverte para su artículo. Pues vereis, da la casualidad que por Julio de este año, Angainor (ver su blog en amigos) le envió cierta misiva postal que procedo a copiar de su blog (entradas del 12-15 de Julio)


Lo que intento defender es que esta clase de música, y fundamentalmente sus letras, pudieran resultarle interesantes por cuanto se acercan a la cultura, la literatura, la historia, la mitología y el arte de forma intelectualizada, alejándose de la superficialidad y ramplonería de la música ligera comercial que aparece de forma mayoritaria en los medios y que, por conocida, no precisa mayor descripción. Esto contradice la imagen distorsionada que se tiene de los jevis: perdularios politoxicómanos obsesionados por los solos de guitarra, con afición por la imaginería de evasión fantástica, esencialmente pobres y propensos al cutrerío, enemistados con los pijos para toda la eternidad. Afortunadamente, el metal es una clase de música heterogénea, dividido en muchos subestilos (de los cuales algunos sí responden al estereotipo) en los que, al estar alejados de los circuitos comerciales, se valora mucho aspectos como el contenido de las letras o el virtuosismo musical.
A los metaleros nos gustaría que la gente no se quedara en la superficie de los decibelios, las guitarras atronadoras y las voces no siempre nítidas y se acercara con la mente abierta a este estilo de música. Las letras de los grupos de metal constituyen hoy en día un sólido acercamiento de la cultura para los jóvenes, pues están plagadas de referentes históricos, mitológicos, literarios y cinematográficos.
En el metal encontramos canciones que tratan cuestiones históricas de todo tipo, desde la batalla de las Termópilas hasta la guerra de Sarajevo, pasando por Waterloo, Gettysburg, Vietnam, las principales batallas de la II Guerra Mundial y los conflictos de Oriente Medio, sin descuidar el Imperio Romano, la Inglaterra medieval de sajones y normandos, la lucha por independencia de Escocia, las Cruzadas, la piratería caribeña, la Reconquista española, la conquista de América o la Armada Invencible. Los temas bélicos ganan por goleada, cierto, pero a menudo esconden un mensaje pacifista. Incluso los segovianos Lujuria (que fueron acusados de pederastia por una canción en la precisamente ironizaban sobre la hipocresía de la Iglesia en cuestiones sexuales) se han cansado de sus letras rijosas sobre Mozart y Salieri, Príapo y las orgías de Ramsés el Grande y su último disco es un relato pormenorizado y serio sobre la revuelta comunera de Castilla. No faltan las referencias a otros acontecimientos que impactaron a la sociedad como la tragedia de Guyana, el drama del submarino Kursk o el 11-M (y no gracias a un grupo español, precisamente). También se canta sobre personajes históricos emblemáticos de todo tipo y pelaje: Cleopatra, Alejandro Magno, Genghis Khan, Nerón, Popea, Espartaco, Juana de Arco, Napoleón, Drácula, Torquemada, Nietszche, el capitán Lawrence Oates...
Otra piedra angular de las letras en el metal es la mitología, desde los mitos mesopotámicos y egipcios hasta las epopeyas griegas clásicas (han tenido que venir los Virgin Steele desde Estados Unidos para restregarnos pormenorizadamente la saga de la Casa de Atreo o los Manowar a soltarnos su tema de media hora “Aquilles, Agony and Ecstasy in 8 parts”), pasando por el mundo romano y las leyendas artúricas. Pero los que se llevan la palma son los grupos nórdicos, que no se cansan de remitirnos a sus raíces precristianas, con mucha valkiria, mucho Valhalla y mucha crítica a los malotes cristianos. Los grupos españoles también han echado mano a la mitología regional.
Muchos grupos han reflejado en sus letras las historias de la Biblia, la Ilíada y la Odisea o Don Quijote, y por supuesto, los hitos de la fantasía épica contemporánea, como el Señor de los Anillos, el Silmarillion, la saga de la Dragonlance, Elric de Melniboné o Conan. Las adaptaciones literarias van desde el inevitable Tolkien hasta Stevenson, Poe, Lovecraft, Dumas, Shakespeare, Michael Ende, Stephen King, Arthur C. Clarke, Anne Rice, Joseph Conrad... Incluso los portugueses Moonspell basan sus canciones en poemas de su vocalista así como de intelectuales de su tierra, convirtiendo sus discos en una especie de Negro sobre Blanco gótico.
Existen rarezas como Frameshift, un grupo que transmite las teorías de Richard Dawkins sobre la evolución, o Vintersorg, cuyas letras, criadas a los pechos de Carl Sagan, versan sobre cosmología, astronomía, matemáticas y astrofísica y que podría clasificarse como el único grupo de “Punset metal” que existe.
A diferencia de la música destinada a las radiofórmulas, en el metal abundan los álbumes conceptuales, con canciones de más de 10 minutos de duración y cortes instrumentales, narrados y experimentales.
A nivel metamusical, menudean los grupos que se declaran abiertamente deudores de Wagner y otros compositores clásicos, sobre todo rusos, y componen obras épicas muy orquestales y ampulosas, similares a las grandes bandas sonoras de Hollywood. No faltan adaptaciones para guitarra eléctrica de obras de Vivaldi, Grieg o Rimsky-Korsakov. Existe un subestilo en el que se da rienda suelta a la ambientación medieval, usando instrumentos antiguos y tradicionales para adaptar canciones folklóricas, y nos encontramos grupos como los alemanes In Extremo echando mano del Carmina Burana y las canciones del Llibre Vermell de Montserrat. Otros, como Haggard, se decantan por la música renacentista. Destacan también los Apocaliptica, un cuarteto de chelistas que no se ayudan de guitarras ni voces pero cuya música se considera metal de pleno derecho.
Las referencias cinematográficas son otra constante, sobre todo de películas de ciencia-ficción de serie B, épicas o de terror (Star Wars, Star Trek, Alien, Blade Runner, Braveheart, Dune) e incluso obras de arte y ensayo de los años 60.
A nivel político, se pueden encontrar soflamas que van desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha. Las inquietudes religiosas pasan por el optimismo hiperglucémico de los Stryper, que se consideran a sí mismos soldados al servicio de Dios y pretenden evangelizar a golpe de riff, hasta la defensa del satanismo más o menos autoparódica por parte de algunos grupos escandinavos.
Curiosamente, los grupos con voces guturales producen a menudo unas letras más profundas, filosóficas e intelectualizadas; una especie de poesía introspectiva y existencialista, que puede englobar desde la descripción atmosférica de un paisaje, hasta reflexiones sobre el amor y la muerte, la pérdida de los valores sociales como el honor y la dignidad o la hipocresía religiosa. Eso no impide reconocer que buena parte de los grupos extremos escandinavos componen una música depresiva, violenta, caótica y en general, falta de vitamina D. La anécdota más gráfica que lo atestigua fue la que protagonizó el grupo Mayhem. Su cantante, Dead, hizo honor a su nombre y se suicidó cortándose las venas primero y disparándose un tiro en el cráneo con una escopeta después. Cuando el guitarrista Euronymous lo encontró, no se le ocurrió otra cosa que fotografiar la escena de los sesos desparramados y poner la foto como carátula del álbum Dawn of the Black Hearts. Entonces fundó el Inner Circle junto con algunos miembros de otras bandas noruegas míticas, con la intención de limpiar su país del cristianismo, y recuperar sanas tradiciones vikingas como las matanzas sangrientas y otros ritos autodestructivos brutales. Apenas les había dado tiempo de quemar 22 iglesias cuando Euronymous murió a manos de Vark Vikernes, del grupo Burzum, tras recibir 23 puñaladas por un quítame allá esas pajas. Y es que no sólo en España hay individuos obsesionados con recuperar sus “raíces”.
En cuanto a idiomas, impera el inglés, pero como el metal existe en todos los países que tienen una mínima red discográfica, encontramos letras en casi todas las lenguas europeas incluyendo el feroés, además del japonés, el hebreo o el latín. Incluso existe un grupo, Magma, que canta en la lengua oficial del planeta Kobaïa, que sólo ellos entienden. Y por supuesto, hay coqueteos con las lenguas de la Tierra Media creadas por Tolkien.
Comprenderá usted que los metaleros tenemos razones para sentirnos ofendidos cuando desde la ignorancia se nos dice que el metal es una música de adolescentes, compuesta por unos ruidosos que sólo saben gritar y hablar de Satán, nenas y motos y que esa afición infantiloide se nos pasará con el tiempo. Los metaleros llevamos 30 años escuchando las profecías de que el metal está muerto, que es una moda que pronto desaparecerá, cuando de hecho vivimos una época de ebullición y diversificación de estilos.
En España, como no podía ser de otra manera, el metal es un género ignorado, cuando no maltratado por los medios. Qué esperar de un país donde acusaron a los grupos Tierra Santa y Avalanch de ser filonazis por componer canciones sobre el Cid y don Pelayo, respectivamente.
En España un grupo de metal se puede buscar la ruina si escribe una canción sobre la Guerra Civil o los Reyes Católicos. El mundillo metalero adolece de buenos profesionales; las discográficas prefieren a los triunfitos clónicos, los promotores no arriesgan y nuestros festivales son los más chapuceros de Europa. Grupos noveles de gran calidad se asquean por la falta de apoyo institucional (la música metal no se considera cultura) y sudan sangre para salir del underground, mientras los grupos extranjeros no tienen ningún problema a la hora de exportar sus grupos, y nos llega de todo, incluída la bazofia. Éste es un país de músicos cobardes que tradicionalmente viven a remolque de la música de importación. La ausencia de propuestas innovadoras y la resistencia a cantar en inglés por temor a las críticas repercute en la calidad y comercialidad de los grupos. Además los metaleros españoles son especialmente cainitas y desagradecidos y vapulean por deporte a los grupos nacionales con un ensañamiento desconocido más allá de los Pirineos
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1) RHAPSODY (ahora, Rhapsody of Fire): Lamento Eroico, del álbum Power of the Dragonflame (2002).

¿Qué es lo peor que puede pasar cuando unos italianos se compran unas espadas en Toledo? Pues que quieran amortizarlas. Entonces ponen su propia banda sonora a las crónicas del reino imaginario de Algalord. Lo que ellos bautizaron pomposamente como “Hollywood metal” no es si no un metal épico sinfónico llevado al extremo, con doble bombo a piñón, guitarras aceleradísimas y multitud de arreglos orquestales, salpicados de latines, coros de 70 voces e incluso con Christopher Lee haciéndoles de narrador (y le gustó la experiencia). Lo más tópico sería haber escogido la primera canción de cualquiera de sus discos, en los cuales un glorioso canto épico con marcados estribillos es precedido por coros en latín al más puro estilo Carmina Burana, pero me he decantado por un himno lento cantado en italiano en el que las instrumentaciones de Alex Staropoli y el poderío vocal de Fabio Lione se muestran en su plenitud.

2) RUNNING WILD: Treasure Island, del álbum Pile of Skulls (1992).

Mucho vikingo, mucho dragón, mucha batallita en tierra firme, pero nadie hablaba de piratas. Así que vino Rolf Kasparek desde Alemania para llenar ese hueco con un power metal de riffs inconfundibles. De momento mantienen casi la exclusividad sobre este tema. Desde entonces, navegando sin descanso bajo la Jolly Roger desde Port Royal a la isla del Tesoro, sin olvidarse de mentar a los Conquistadores españoles.

3) MANOWAR: Gods of War, del álbum Gods of War (2007).

Los autoproclamados Reyes del Metal son odiados y adorados por igual debido a sus himnos sobre guerreros inclaudicables y macarradas machistas. Aunque han perdido testosterona desde sus inicios, persiste en su música la crudeza y sencillez de los primeros grupos épicos estadounidenses, que se ha visto desplazada por el barroquismo en las instrumentaciones de los grupos actuales. En su lucha eterna contra el Falso Metal, firmaron el primer contrato discográfico con su sangre y ostentan el récord Guiness por ser el grupo más ruidoso sobre el escenario. Incluso Orson Welles, poco antes de morir, se interesó por estos fornidos muchachos después de escuchar su música y les hizo de narrador en dos canciones, Defender y la violentísima Dark Avenger. El corte escogido es un trasunto de una ópera wagneriana donde la voz de Eric Adams nos lleva a la más que transitada puerta del Valhalla.

4) BATHORY: One rode to Asa Bay, del album Hammerheart (1990).

Existe auténtica fijación por parte de los grupos nórdicos en componer canciones basadas en la introducción (preferentemente la no pacífica) del cristianismo en tierras escandinavas y la añoranza hacia las ancestrales costumbres vikingas. One rode to Asa Bay, de este grupo sueco pionero del black y el viking metal, describe de forma poética y sin estribillos la perplejidad que los primeros mensajes cristianos causaron en las gentes nórdicas, y los hechos que presagiaron la desaparición de los antiguos ritos. En la evolución posterior del grupo, las voces guturales impiden distinguir el idioma en que cantan.

5) IRON MAIDEN: Alexander the Great, del álbum Somewhere in time (1986).

Clásicos entre los clásicos. No hay que buscar muy lejos, entre los grupos underground, para buscar letras inspiradas. Nada como abrir la enciclopedia, y copiar, palabra por palabra, la biografía de Alejandro Magno, sin omitir fechas. Lamentablemente la gente ve las camisetas con su mascota Eddie (una especie de zombie monstruoso) y se cambia de acera, pensando que se trata de un grupo tétrico y ruidoso, cuando hacen un heavy clasicorro bastante flojeras, de carácter inconfundible, leído y sobre todo, gracias a su guitarrista Steve Harris, muy cinéfilo. He elegido este grupo y esta canción por ser pioneros de las letras de carácter histórico y por su talante divulgativo y casi pedagógico.

6) VIRGIN STEELE: Agony and Shame,, del álbum House of Atreus Act I -Kingdom of the Fearless (1999).

Ídolos del metal épico estadounidense: resonancias guerreras con instrumentación muy simple, casi primitiva. Cuando el emblemático David DeFeis abandonó para siempre todo vestigio macarrucio de principios de los ochenta, se sumergió en la abandonada mitología griega y precristiana y necesitó tres romantic-barbaric opeaas para desgranar teatralmente la maldición de la casa de Atreo.

7) THEATRE OF TRAGEDY,del álbum Theatre of Tragedy (1995).

Jamás hubieran existido el doom y el gothic metal sin estos pioneros de decadentes melodías cantadas en inglés medieval, con voces guturales mezcladas con suaves voces líricas femeninas. La combinación de guapas sopranos con arreglos de metal triunfó de forma inmediata y surgieron a su estela multitud de grupos comercialoides con mayor o menor mérito, hasta el punto de que, en ocasiones, la belleza física de la cantante es lo único reseñable del grupo.


8) LACRIMOSA: Halt Mich, del álbum Elodia (1999).

Anne Nurmi y Tilo Wolff, los Pimpinela del Metal. Esta pareja alemana retrata sus amores tormentosos con ambientación gótica, tanto en alemán como en inglés, con la Orquesta Sinfónica de Londres de fondo siempre que se lo pueden permitir. Melodramáticos, teatreros y peculiares.

9) THERION: Asgard, del álbum Secrets of the runes (2001).

Inclasificable grupo de metal orquestal, mezcla de voces masculinas nítidas, voces de ogros, sopranos operísticas, violines, chelos, teclados, guitarras y demás parafernalia, con una puesta en el escenario igual de particular. Interpretan álbumes conceptuales sobre mitología variada. En este caso, con las Walkirias de rigor conduciéndonos hacia el Wallhalla.

10) NIGHTWISH: Ghost Love Score, del álbum Once (2004).

Finlandeses de éxito que empezaron sorprendiendo con su power metal sinfónico con voz femenina operística. Al principio menudeaban las canciones inspiradas en las películas de Disney y otras muestras de fantasía, pero cuando al teclista Tuomas Holopainen le dejó la novia (porque en lo que diablos fuera que le pasó debió de mediar una mujer), miles de metaleros lloraron con las letras depresivas del disco Century Child, que reflejan de forma inmejorable la desesperación de la soledad, la traición y la búsqueda de la inocencia perdida. En el siguiente álbum Once, algo más entero, Holopainen resume todo su dolor en un corte majestuoso donde alcanza su cima como compositor, antes de echar a la emblemática soprano Tarja Turunen a la calle como a una perra.

11) BARÓN ROJO: Tierra de nadie, del álbum Tierra de nadie (1987).

Poco que comentar: los amos indiscutibles del rock duro ibérico de los años ochenta. Mantienen la tradición patria de crear canciones de denuncia social y crítica de la hipocresía de la industria musical, pero a diferencia de otros grupos lo hacen con elegancia y sin recurrir a palabrotas ni macarradas innecesarias. Sus himnos constituyen la base ideológica que han mamado todas las generaciones de jevis clásicos de este país. Y aunque todos ellos suscribirían la canción Hijos de Caín, he preferido rescatar este otro corte menos conocido que resume, de forma inmejorable, la filosofía apolítica, pesimista y lúcida.del grupo.

12) TIERRA SANTA: La canción del pirata (I), del álbum Tierras de leyenda (2000)

Especializados en biografías de personajes históricos, a estos riojanos se les tiene crucificados en España por considerarlos una mala copia de Iron Maiden con letras sacadas de un libro de historia de Vicens Vives. Tuvieron que aguantar que por un par de canciones ramplonas sobre la Reconquista les relacionaran con los skins heads. Pero transformaron la Canción del Pirata en un himno y una balada y consiguieron que miles de jóvenes recitaran a Espronceda a voz en grito sin saltarse ni una coma, que es más de lo que han conseguido 30 años de reformas educativas en España.


Parece que el maestro se lee las cartas que le llegan :)

domingo, 21 de octubre de 2007

Juan Antonio Cebrian ha muerto



Aunque era joven (41 años), para mi ya era uno de los grandes de la radio en España. Sus pasajes de la historia, tertulias y reportajes acompañaban a mas de uno en las noches de estudio. Un palo gordo el de hoy...Joder, como te voy a echar de menos.
Nos vemos en el Eliseo, en el Valhalla o donde se tercie, hermano.
Fuerza y Honor Juan Antonio, fuerza y honor.

Onda Cero informa a sus oyentes de una noticia que ojalá no hubiéramos tenido que contar nunca. La noticia de la muerte de un compañero. Ha fallecido Juan Antonio Cebrián, de repente, por culpa de un infarto traicionero que llegó esta tarde sin avisar, sin darle ocasión a Juan Antonio de despedirse de ustedes, la familia de los oyentes de Onda Cero y la familia de sus oyentes de La Rosa de los Vientos.

Esta noche no va a haber Rosa de los Vientos, porque se nos ha muerto el alma de este programa, el hombre que lo creó, lo inventó, lo hizo crecer y lo condujo con mano maestra hasta convetirlo en lo más hermoso que puede llegar a ser un espacio de radio: un programa de culto, una parte de la vida de cientos de miles de personas que escuchaban, admiraban y querían a Juan Antonio Cebrián. Su muerte nos ha dejado a todos perplejos, y deja a nuestra cadena huérfana de una de sus voces más genuinas, una voz que siempre tuvo el sello de esta casa, la impronta de Onda Cero.

Juan Antonio ha formado parte de esta aventura desde que levantamos el telón, hace ya diecisiete años. Un buen día llegó al estudio con su música favorita en una mano y su innata capacidad de transmitir en la otra: el resultado fue "Discos Cero", el primer paso de una carrera que, para él, era una forma de ver y entender la vida. En aquella Onda Cero que empezaba, a Juan Antonio Cebrián le bautizamos entre todos como "el Cebri": inquieto, curioso, creativo; inventor de programas muy diversos -"Bienvenidos al club", "La Red", "Azul y verde"-, que compartieron siempre un denominador común: el afán por divulgar, la otra gran pasión de este Cebri que hoy se nos ha marchado sin previo aviso: la divulgación histórica.

Solo él era capaz de convertir a Juana la Loca en un vivisimo personaje radiofónico. Gracias a él aprendimos, entre excursiones científicas, grandes enigmas, y criticas de cine antológicas, gracias a él aprendimos a disfrutar de aprender escuchando la radio. Un buen día Juan Antonio, hombre de radio, descubrió que a sus oyentes del "Turno de noche" les fascinaba descubrir "Pasajes de la Historia". Y así empezó una irrepetible serie radiofónica, que acabaria siendo el germen, también, de la carrera literaria de Cebrían, el escritor, el divulgador, el autor que cosechaba, libro tras libro, abrumadores éxitos de ventas.

Esta noche la familia de Onda Cero, y la familia de La Rosa de los Vientos, está enlutada. Hoy la vida -siempre imprevisible- nos ha dejado sin uno de los grandes de este medio. Sólo la muerte le podía impedir acudir a la cita con la audiencia. Sólo la muerte podía apartarle de este micrófono que era suyo. Esta es la noticia que ojalá nunca hubiéramos tenido que dar. Que se nos ha ido Juan Antonio Cebrián. Uno de los grandes. Uno de los buenos. Uno de los nuestros.




Entrega de premio:


Entrevista:



Página de Onda Cero
Página de Juan Antonio Cebrian
Portal de la Rosa de los vientos
Podcast de la Rosa de los vientos

viernes, 31 de agosto de 2007

ISAAC ASIMOV - La última pregunta

Navegando por la red he dado con un blog del multiverso interneril (Letrascombinadas) que contenía este relato. A mi me ha gustado mucho y si teneís un rato os recomiendo lo leais. Aquí os lo dejo:


LA ULTIMA PREGUNTA
Isaac Asimov
La última pregunta se formuló por primera vez, medio en broma, el 21 de mayo de 2061, en momentos en que la humanidad (también por primera vez) se bañó en luz. La pregunta llegó como resultado de una apuesta por cinco dólares hecha entre dos hombres que bebían cerveza, y sucedió de esta manera:Alexander Adell y Bertram Lupov eran dos de los fieles asistentes de Multivac. Dentro de las dimensiones de lo humano sabían qué era lo que pasaba detrás del rostro frío, parpadeante e intermitentemente luminoso - kilómetros y kilómetros de rostro - de la gigantesca computadora. Al menos tenían una vaga noción del plan general de circuitos y retransmisores que desde hacía mucho tiempo habían superado toda posibilidad de ser dominados por una sola persona.Multivac se autoajustaba y autocorregía. Así tenía que ser, porque nada que fuera humano podía ajustarla y corregirla con la rapidez suficiente o siquiera con la eficacia suficiente. De manera que Adell y Lupov atendían al monstruoso gigante sólo en forma ligera y superficial, pero lo hacían tan bien como podría hacerlo cualquier otro hombre. La alimentaban con información, adaptaban las preguntas a sus necesidades y traducían las respuestas que aparecían. Por cierto, ellos, y todos los demás asistentes tenían pleno derecho a compartir la gloria de Multivac.

Durante décadas, Multivac ayudó a diseñar naves y a trazar las trayectorias que permitieron al hombre llegar a la Luna, a Marte y a Venus, pero después de eso, los pobres recursos de la Tierra ya no pudieron serles de utilidad a las naves. Se necesitaba demasiada energía para los viajes largos y pese a que la Tierra explotaba su carbón y uranio con creciente eficacia había una cantidad limitada de ambos.

Pero lentamente, Multivac aprendió lo suficiente como para responder a preguntas más complejas en forma más profunda, y el 14 de mayo de 2061 lo que hasta ese momento era teoría se convirtió en realidad.

La energía del Sol fue almacenada, modificada y utilizada directamente en todo el planeta. Cesó en todas partes el hábito de quemar carbón y fisionar uranio y toda la Tierra se conectó con una pequeña estación - de un kilómetro y medio de diámetro - que circundaba el planeta a mitad de distancia de la Luna,para funcionar con rayos invisibles de energía solar.

Siete días no habían alcanzado para empañar la gloria del acontecimiento, y Adell y Lupov finalmente lograron escapar de la celebración pública, para refugiarse donde nadie pensaría en buscarlos: en las desiertas cámaras subterráneas, donde se veían partes del poderoso cuerpo enterrado de Multivac. Sin asistentes, ociosa, clasificando datos con clicks satisfechos y perezozos, Multivac también se había ganado sus vacaciones y los asistentes la respetaban y originalmente no tenían intención de perturbarla.

Se habían llevado una botella, y su única preocupación en ese momento era relajarse y disfrutar de la bebida.

- Es asombroso, cuando uno lo piensa -dijo Adell. En su rostro ancho se veían huellas de cansancio, y removió lentamente la bebida con una varilla de vidrio, observando el movimiento de los cubos de hielo en su interior.- Toda la energía que podremos usar de ahora en adelante, gratis. Suficiente energía, si quisiéramos emplearla, como para derretir a toda la Tierra y convertirla en una enorme gota de hierro líquido impuro, y no echar de menos la energía empleada. Toda la energía que podremos usar por siempre y siempre y siempre.

Lupov ladeó la cabeza. Tenía el hábito de hacerlo cuando quería oponerse a lo que oía, y en ese momento quería oponerse; en parte porque había tenido que llevar el hielo y los vasos.

- No para siempre -dijo.
- Ah, vamos, prácticamente para siempre. Hasta que el Sol se apague, Bert.
- Entonces no es para siempre.
- Muy bien, entonces. Durante miles de millones de años. Veinte mil millones, tal vez. Estás satisfecho?
Lupov se pasó los dedos por los escasos cabellos como para asegurarse de que todavía le quedaban algunos y tomó un pequeño sorbo de su bebida.
- Veinte mil millones de años no es “para siempre”.
- Bien, pero superará nuestra época, ¿verdad?
- También la superarán el carbón y el uranio.
- De acuerdo, pero ahora podemos conectar cada nave espacial individualmente con la Estación Solar, y hacer que vaya y regrese de Plutón un millón de veces sin que tengamos que preocuparnos por el combustible. No puedes hacer eso con carbón y uranio. Pregúntale a Multivac, si no me crees.
- No necesito preguntarle a Multivac. Lo sé.
- Entonces deja de quitarle méritos a lo que Multivac ha hecho por nosotros -dijo Adell, malhumorado-. Se portó muy bien.
- ¿Quién dice que no? Lo que yo sostengo es que el Sol no durará eternamente. Eso es todo lo que digo. Estamos a salvo por veinte mil millones de años, pero … y luego? - Lupov apuntó con un dedo tembloroso al otro.- Y no me digas que nos conectaremos con otro Sol. Durante un rato hubo silencio. Adell se llevaba la copa a los labios sólo de vez en cuando, y los ojos de Lupov se cerraron lentamente. Descansaron. De pronto Lupov abrió los ojos.
- Piensas que nos conectaremos con otro Sol cuando el nuestro muera, verdad?
- No estoy pensando nada.
- Seguro que estás pensando. Eres malo en lógica, ese es tu problema. Eres como ese tipo del cuento a quien lo sorprendió un chaparrón, corrió a refugiarse en un monte y se paró bajo un árbol. No se preocupaba porque pensaba que cuando un árbol estuviera totalmente mojado, simplemente iría a guarecerse bajo otro.
- Entiendo -dijo Adell-. No grites. Cuando el Sol muera, las otras estrellas habrán muerto también.
- Por supuesto -murmuró Lupov-. Todo comenzó con la explosión cósmica original, fuera lo que fuese, y todo terminará cuando todas las estrellas se extingan. Algunas se agotan antes que otras. Por Dios, los gigantes no durarán cien millones de años. El Sol durará veinte mil millones de años y tal vez las enanas durarán cien mil millones por mejores que sean. Pero en un trillón de años estaremos a oscuras. La entropía tiene que incrementarse al máximo, eso es todo. - Sé todo lo que hay que saber sobre la entropía -dijo Adell, tocado en su amor propio.
- ¡Qué vas a saber!
- Sé tanto como tú.
- Entonces sabes que todo se extinguirá algún día.
- Muy bien. ¿Quién dice que no?
- Tú, grandísimo tonto. Dijiste que teníamos toda la energía que necesitábamos, para siempre. Dijiste “para siempre”. Esa vez le tocó a Adell oponerse.
- Tal vez podamos reconstruir las cosas algún día.
- Nunca.
- ¿Por qué no? Algún día.
- Nunca.
- Pregúntale a Multivac.
- Pregúntale tú a Multivac. Te desafío. Te apuesto cinco dólares a que no es posible.

Adell estaba lo suficientemente borracho como para intentarlo y lo suficientemente sobrio como para traducir los símbolos y operaciones necesarias para formular la pregunta que, en palabras, podría haber correspondido a esto:
¿Podrá la humanidad algún día, sin el gasto neto de energía, devolver al Sol toda su juventud aun después que haya muerto de viejo?
O tal vez podría reducirse a una pregunta más simple, como ésta:
¿Cómo puede disminuirse masivamente la cantidad neta de entropía del universo?

Multivac enmudeció. Los lentos resplandores cesaron, los clicks distantes de los transmisores terminaron. Entonces, mientras los asustados técnicos sentían que ya no podían contener más el aliento, el teletipo adjunto a la computadora cobró vida repentinamente. Aparecieron cinco palabras impresas:
DATOS INSUFICIENTES PARA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
- No hay respuesta -murmuró Lupov. Salieron apresuradamente. A la mañana siguiente, los dos, con dolor de cabeza y la boca pastosa, habían olvidado el incidente.

Jerrod, Jerrodine y Jerrodette I y II observaban la imagen estrellada en la pantalla visora mientras completaban el pasaje por el hiperespacio en un lapso fuera de las dimensiones del tiempo. Inmediatamente, el uniforme polvo de estrellas dio paso al predominio de un único disco de mármol, brillante, centrado.

- Es X-23 - dijo Jerrod con confianza. Sus manos delgadas se entrelazaron con fuerza detrás de su espalda y los nudillos se pusieron blancos. Las pequeñas Jerrodettes, niñas ambas, habían experimentado el pasaje por el hiperespacio por primera vez en su vida. Contuvieron sus risas y se persiguieron locamente alrededor de la madre, gritando:
- Hemos llegado a X-23 … hemos llegado a X-23 … hemos llegado a X-23 … hemos llegado…
- Tranquilas, niñas -dijo rápidamente Jerrodine-. ¿Estás seguro, Jerrod?
- ¿De qué hay que estar seguro? -preguntó Jerrod, echando una mirada al tubo de metal justo debajo del techo, que ocupaba toda la longitud de la habitación y desaparecía a través de la pared en cada extremo. Tenía la misma longitud que la nave.

Jerrod sabía poquísimo sobre el grueso tubo de metal excepto que se llamaba Microvac, que uno le hacía preguntas si lo deseaba; que aunque uno no se las hiciera de todas maneras cumplía con su tarea de conducir la nave hacia un destino prefijado, de abastecerla de energía desde alguna de las diversas estaciones de Energía Subgaláctica y de computar las ecuaciones para los saltos hiperespaciales.

Jerrod y su familia no tenían otra cosa que hacer sino esperar y vivir en los cómodos sectores residenciales de la nave.

Cierta vez alguien le había dicho a Jerrod, que el “ac” al final de “Microvac” quería decir “computadora analógica” en inglés antiguo, pero estaba a punto de olvidar incluso eso.

Los ojos de Jerrodine estaban húmedos cuando miró la pantalla. - No puedo evitarlo. Me siento extraña al salir de la Tierra. - ¿Por qué, caramba? -preguntó Jerrod-. No teníamos nada allí. En X-23 tendremos todo. No estarás sola. No serás una pionera. Ya hay un millón de personas en ese planeta. Por Dios, nuestros bisnietos tendrán que buscar nuevos mundos porque llegará el día en que X-23 estará superpoblado. -Luego agregó, después de una pausa reflexiva:
- Te aseguro que es una suerte que las computadoras hayan desarrollado los viajes interestelares, considerando el ritmo al que aumenta la raza.
- Lo sé, lo sé -respondió Jerrodine con tristeza.
Jerrodette I dijo de inmediato:
- Nuestra Microvac es la mejor Microvac del mundo.
- Eso creo yo también -repuso Jerrod, desordenándole el pelo.

Era realmente una sensación muy agradable tener una Microvac propia y Jerrod estaba contento de ser parte de su generación y no de otra. En la juventud de su padre las únicas computadoras eran unas enormes máquinas que ocupaban un espacio de ciento cincuenta kilómetros cuadrados. Sólo había una por planeta. Se llamaban ACs Planetarias. Durante mil años habían crecido constantemente en tamaño y luego, de pronto, llegó el refinamiento. En lugar de transistores hubo válvulas moleculares, de manera que hasta la AC Planetaria más grande podía colocarse en una nave espacial y ocupar sólo la mitad del espacio disponible.

Jerrod se sentía eufórico siempre que pensaba que su propia Microvac personal era muchísimo más compleja que la antigua y primitiva Multivac que por primera vez había domado al Sol, y casi tan complicada como una AC Planetaria de la Tierra (la más grande) que por primera vez resolvió el problema del viaje interespacial e hizo posibles los viajes a las estrellas.

- Tantas estrellas, tantos planetas -suspiró Jerrodine, inmersa en sus propios pensamientos-. Supongo que las familias seguirán emigrando siempre a nuevos planetas, tal como lo hacemos nosotros ahora.
- No siempre -respondió Jerrod, con una sonrisa-. Todo eso terminará algún día, pero no antes de que pasen billones de años. Muchos billones. Hasta las estrellas se extinguen, ¿sabes? Tendrá que aumentar la entropía.
- Qué es la entropía, papá? -preguntó Jerrodette II con voz aguda.
- Entropía, querida, es sólo una palabra que significa la cantidad de desgaste del universo. Todo se desgasta, como sabrás, por ejemplo tu pequeño robot walkie-talkie, recuerdas?
- No puedes ponerle una nueva unidad de energía, como a mi robot?
- Las estrellas son unidades de energía, querida. Una vez que se extinguen, ya no hay más unidades de energía.
Jerrodette I lanzó un chillido de inmediato.
- No las dejes, papá. No permitas que las estrellas se extingan.
- Mira lo que has hecho -susurró Jerrodine exasperada.
- ¿Cómo podía saber que iba a asustarla? -respondió Jerrod también en un susurro.
- Pregúntale a la Microvac -gimió Jerrodette I-. Pregúntale cómo volver a encender las estrellas.
- Vamos -dijo Jerrodine-. Con eso se tranquilizarán. -(Jerrodette II ya se estaba echando a llorar, también.)
Jerrod se encogió de hombros.
- Ya está bien, queridas. Le preguntaré a Microvac. No se preocupen, ella nos lo dirá.
Le preguntó a la Microvac, y agregó rápidamente:
- Imprimir la respuesta.
Jerrod retiró la delgada cinta de celufilm y dijo alegremente:
- Miren, la Microvac dice que se ocupará de todo cuando llegue el momento, y que no se preocupen.
Jerrodine dijo:
- Y ahora, niñas, es hora de acostarse. Pronto estaremos en nuestro nuevo hogar.
Jerrod leyó las palabras en el celufilm nuevamente antes de destruirlo:
DATOS INSUFICIENTES PARA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
Se encogió de hombros y miró la pantalla. El X-23 estaba exactamente delante.

VJ-23X de Lameth miró las negras profundidades del mapa tridimensional en pequeña escala de la Galaxia y dijo:
- No será una ridiculez que nos preocupe tanto la cuestión?
MQ-17J de Nicron sacudió la cabeza.
- Creo que no. Sabes que la Galaxia estará llena en cinco años con el actual ritmo de expansión.
Los dos parecían jóvenes de poco más de veinte años. Ambos eran altos y de formas esbeltas.
- Sin embargo -dijo VJ-23X- me resisto a presentar un informe pesimista al Consejo Galáctico.
- Yo no pensaría en presentar ningún otro tipo de informe. Tenemos que inquietarlos un poco. No hay otro remedio.
VJ-23X suspiró.
- El espacio es infinito. Hay cien billones de galaxias disponibles.
- Cien billones no es infinito, y cada vez se hace menos infinito.
¡Piénsalo! Hace veinte mil años, la humanidad resolvió por primera vez el problema de utilizar energía estelar, y algunos siglos después se hicieron posibles los viajes interestelares. A la humanidad le llevó un millón de años llenar un pequeño mundo y luego sólo quince mil años llenar el resto de la Galaxia. Ahora la población se duplica cada diez años …
VJ-23X lo interrumpió.
- Eso debemos agradecérselo a la inmortalidad.
- Muy bien. La inmortalidad existe y debemos considerarla. Admito que esta inmortalidad tiene su lado complicado. La Galáctica AC nos ha solucionado muchos problemas, pero al resolver el problema de evitar la vejez y la muerte, anuló todas las otras soluciones.
- Sin embargo, no creo que desees abandonar la vida.
- En absoluto -saltó MQ-17J, y luego se suavizó de inmediato-: No todavía. No soy tan viejo. ¿Cuántos años tienes tú?
- Doscientos veintitrés. ¿Y tú?
- Yo todavía no tengo doscientos. Pero, volvamos a lo que decía. La población se duplica cada diez años. Una vez que se llene la galaxia, habremos llenado otra en diez años. Diez años más y habremos llenado dos más. Otra década, cuatro más. En cien años, habremos llenado mil galaxias; en mil años, un millón de galaxias. En diez mil años, todo el universo
conocido. Y entonces, ¿qué?
VJ-23X dijo:
- Como problema paralelo está el del transporte. Me pregunto cuántas unidades de energía solar se necesitarán para trasladar galaxias de individuos de una galaxia a la siguiente.
- Muy buena observación. La humanidad ya consume dos unidades de energía solar por año.
- La mayor parte de esta energía se desperdicia. Al fin y al cabo, nuestra propia galaxia sola gasta mil unidades de energía solar por año, y nosotros solamente usamos dos de ellas.
- De acuerdo, pero aun con una eficiencia de un cien por ciento, sólo podemos postergar el final. Nuestras necesidades energéticas crecen en progresión geométrica, y a un ritmo mayor que nuestra población. Nos quedaremos sin energía todavía más rápido que sin galaxias. Muy buena observación. Muy, muy buena observación.
- Simplemente tendremos que construir nuevas estrellas con gas interestelar.
- ¿O con calor disipado? -preguntó MQ-17J, con tono sarcástico.
- Puede haber alguna forma de revertir la entropía. Tenemos que preguntárselo a Galáctica AC.
VJ-23X no hablaba realmente en serio, pero MQ-17J sacó su contacto AC del bolsillo y lo colocó sobre la mesa frente a él.
- No me faltan ganas -dijo-. Es algo que la raza humana tendrá que enfrentar algún día.
Miró sombríamente su pequeño contacto AC. Era un objeto de apenas cinco centímetros cúbicos, nada en sí mismo, pero estaba conectado a través del hiperespacio con la gran Galáctica AC que servía a toda la humanidad y, a su vez era parte integral suya.
MQ-17J hizo una pausa para preguntarse si algún día, en su vida inmortal, llegaría a ver a Galáctica AC. Era un pequeño mundo propio, una telaraña de rayos de energía que contenía la materia dentro de la cual las oleadas de submesones ocupaban el lugar de las antiguas y pesadas válvulas moleculares. Sin embargo, a pesar de esos funcionamientos subetéreos, se
sabía que la Galáctica AC tenía mil diez metros de ancho.
Repentinamente MQ-17J preguntó a su contacto AC:
- ¿Es posible revertir la entropía?
VJ-23X, sobresaltado, dijo de inmediato:
- Ah, mira, realmente yo no quise decir que tenías que preguntar eso.
- ¿Por qué no?
- Los dos sabemos que la entropía no puede revertirse. No puedes volver a convertir el humo y las cenizas en un árbol.
- ¿Hay árboles en tu mundo? -preguntó MQ-17J.
El sonido de la Galáctica AC los sobresaltó y les hizo guardar silencio. Se oyó su voz fina y hermosa en el contacto AC en el escritorio.
Dijo:
DATOS INSUFICIENTES PARA UNA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
VJ-23X dijo:
- ¡Ves!
Entonces los dos hombres volvieron a la pregunta del informe que tenían que hacer para el Consejo Galáctico.

La mente de Zee Prime abarcó la nueva galaxia con un leve interés en los incontables racimos de estrellas que la poblaban. Nunca había visto eso antes. ¿Alguna vez las vería todas? Tantas estrellas, cada una con su carga de humanidad … una carga que era casi un peso muerto. Cada vez más, la verdadera esencia del hombre había que encontrarla allá afuera, en el espacio.

¡En las mentes, no en los cuerpos! Los cuerpos inmortales permanecían en los planetas, suspendidos sobre los eones. A veces despertaban a una actividad material pero eso era cada vez más raro. Pocos individuos nuevos nacían para unirse a la multitud increíblemente poderosa, pero, ¿qué importaba? Había poco lugar en el universo para nuevos individuos.

Zee Prime despertó de su ensoñación al encontrarse con los sutiles manojos de otra mente.

- Soy Zee Prime. ¿Y tú?
- Soy Dee Sub Wun. ¿Tu galaxia?
- Sólo la llamamos Galaxia. ¿Y tú?
- Llamamos de la misma manera a la nuestra. Todos los hombres llaman Galaxia a su galaxia, y nada más. ¿Por qué será?
- Porque todas las galaxias son iguales.
- No todas. En una galaxia en particular debe de haberse originado la raza humana. Eso la hace diferente.
Zee Prime dijo:
- ¿En cuál?
- No sabría decirte. La Universal AC debe de estar enterada.
- ¿Se lo preguntamos? De pronto tengo curiosidad por saberlo.

Las percepciones de Zee Prime se ampliaron hasta que las galaxias mismas se encogieron y se convirtieron en un polvo nuevo, más difuso, sobre un fondo mucho más grande. Tantos cientos de billones de galaxias, cada una con sus seres inmortales, todas llevando su carga de inteligencias, con mentes que vagaban libremente por el espacio. Y sin embargo una de ellas era única entre todas por ser la Galaxia original. Una de ellas tenía en su pasado vago y distante, un período en que había sido la única galaxia poblada por el hombre.

Zee Prime se consumía de curiosidad por ver esa galaxia y gritó:
- ¡Universal AC! ¿En qué galaxia se originó el hombre?
La Universal AC oyó, porque en todos los mundos tenía listos sus receptores, y cada receptor conducía por el hiperespacio a algún punto desconocido donde la Universal AC se mantenía independiente. Zee Prime sólo sabía de un hombre cuyos pensamientos habían penetrado a distancia sensible de la Universal AC, y sólo informó sobre un globo brillante, de sesenta centímetros de diámetro, difícil de ver.
- ¿Pero cómo puede ser eso toda la Universal AC? -había preguntado Zee Prime.
- La mayor parte -fue la respuesta- está en el hiperespacio. No puedo imaginarme en qué forma está allí.

Nadie podía imaginarlo, porque hacía mucho que había pasado el día -y eso Zee Prime lo sabía- en que algún hombre tuvo parte en construir la Universal AC. Cada Universal AC diseñaba y construía a su sucesora. Cada una, durante su existencia de un millón de años o más, acumulaba la información necesaria como para construir una sucesora mejor, más intrincada, más capaz en la cual dejar sumergido y almacenado su propio acopio de información e individualidad.

La Universal AC interrumpió los pensamientos erráticos de Zee Prime, no con palabras, sino con directivas. La mentalidad de Zee Prime fue dirigida hacia un difuso mar de galaxias donde una en particular se agrandaba hasta convertirse en estrellas.

Llegó un pensamiento, infinitamente distante, pero infinitamente claro:
ESTA ES LA GALAXIA ORIGINAL DEL HOMBRE.
Pero era igual, al fin y al cabo, igual que cualquier otra, y Zee Prime resopló de desilusión.
Dee Sub Wun, cuya mente había acompañado a Zee Prime, dijo de pronto:
- ¿Y una de estas estrellas es la estrella original del hombre?
La Universal AC respondió:
LA ESTRELLA ORIGINAL DEL HOMBRE SE HA HECHO NOVA. ES UNA ENANA BLANCA.
- ¿Los hombres que la habitaban murieron? -preguntó Zee Prime, sobresaltado y sin pensar.
La Universal AC respondió:
COMO SUCEDE EN ESTOS CASOS UN NUEVO MUNDO PARA SUS CUERPOS FISICOS FUE FUE CONSTRUIDO A TIEMPO.
- Sí, por supuesto -dijo Zee Prime, pero aun así lo invadió una sensación de pérdida. Su mente dejó de centrarse en la galaxia original del hombre, y le permitió volver y perderse en pequeños puntos nebulosos. No quería volver a verla.
Dee Sub Wun dijo:
- ¿Qué sucede?
- Las estrellas están muriendo. La estrella original ha muerto.
- Todas deben morir. ¿Por qué no?
- Pero cuando toda la energía se haya agotado, nuestros cuerpos finalmente morirán, y tú y yo con ellos.
- Llevará billones de años.
- No quiero que suceda, ni siquiera dentro de billones de años. ¡Universal AC! ¿Cómo puede evitarse que las estrellas mueran?
Dee Sub Wun dijo, divertido:
- ¿Estás preguntando cómo podría revertirse la dirección de la entropía.
Y la Universal AC respondió:
TODAVIA HAY DATOS INSUFICIENTES PARA UNA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
Los pensamientos de Zee Prime volaron a su propia galaxia. Dejó de pensar en Dee Sub Wun, cuyo cuerpo podría estar esperando en una galaxia a un trillón de años luz de distancia, o en la estrella siguiente a la de Zee Prime. No importaba.
Con aire desdichado, Zee Prime comenzó a recoger hidrógeno interestelar con el cual construir una pequeña estrella propia. Si las estrellas debían morir alguna vez, al menos podrían construirse algunas.

El Hombre, mentalmente, era uno solo, y estaba conformado por un trillón de trillones de cuerpos sin edad, cada uno en su lugar, cada uno descansando, tranquilo e incorruptible, cada uno cuidado por autómatas perfectos, igualmente incorruptibles, mientras las mentes de todos los cuerpos se fusionaban libremente entre sí, sin distinción.
El Hombre dijo:
- El Universo está muriendo.
El Hombre miró a su alrededor a las galaxias cada vez más oscuras. Las estrellas gigantes, muy gastadoras, se habían ido hace rato, habían vuelto a lo más oscuro de la oscuridad del pasado distante. Casi todas las estrellas eran enanas blancas, que finalmente se desvanecían.
Se habían creado nuevas estrellas con el polvo que había entre ellas, algunas por procesos naturales, otras por el Hombre mismo, y también se estaban apagando. Las enanas blancas aún podían chocar entre ellas, y de las poderosas fuerzas así liberadas se construirían nuevas estrellas, pero una sola estrella por cada mil estrellas enanas blancas destruidas,
y también éstas llegarían a su fin:
El Hombre dijo:
- Cuidadosamente administrada y bajo la dirección de la Cósmica AC, la energía que todavía queda en todo el universo, puede durar billones de años. Pero aun así eventualmente todo llegará a su fin. Por mejor que se la administre, por más que se la racione, la energía gastada desaparece y no puede ser repuesta. La entropía aumenta continuamente.
El Hombre dijo:
- ¿Es posible revertir la entropía? Preguntémosle a la Cósmica AC. La AC los rodeó pero no en el espacio. Ni un solo fragmento de ella estaba en el espacio. Estaba en el hiperespacio y hecha de algo que no era materia ni energía. La pregunta sobre su tamaño y su naturaleza ya no tenía un sentido comprensible para el Hombre.
- Cósmica AC -dijo el Hombre- ¿cómo puede revertirse la entropía?
La Cósmica AC dijo:
LOS DATOS SON TODAVIA INSUFICIENTES PARA UNA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
El Hombre ordenó:
- Recoge datos adicionales.
La Cósmica AC dijo:
LO HARE. HACE CIENTOS DE BILLONES DE AÑOS QUE LO HAGO. MIS PREDECESORES Y YO HEMOS ESCUCHADO MUCHAS VECES ESTA PREGUNTA. TODOS LOS DATOS QUE TENGO SIGUEN SIENDO INSUFICIENTES.
- ¿Llegará el momento -preguntó el Hombre- en que los datos sean suficientes o el problema es insoluble en todas las circunstancias concebibles?
La Cósmica AC dijo:
NINGUN PROBLEMA ES INSOLUBLE EN TODAS LAS CIRCUNSTANCIAS CONCEBIBLES.
El Hombre preguntó:
- ¿Cuándo tendrás suficientes datos para responder a la pregunta?
La Cósmica AC respondió:
LOS DATOS SON TODAVIA INSUFICIENTES PARA UNA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
- ¿Seguirás trabajando en esto? -preguntó el Hombre.
La Cósmica AC respondió:
SI.
El Hombre dijo:
- Esperaremos.
Las estrellas y las galaxias murieron y se convirtieron en polvo, y el espacio se volvió negro después de tres trillones de años de desgaste. Uno por uno, el Hombre se fusionó con la AC, cada cuerpo físico perdió su identidad mental en forma tal que no era una pérdida sino una ganancia. La última mente del Hombre hizo una pausa antes de la fusión, contemplando un espacio que sólo incluía la borra de la última estrella oscura y nada aparte de esa materia increíblemente delgada, agitada al azar por los restos de un calor que se gastaba, asintóticamente, hasta llegar al cero absoluto.
El Hombre dijo:
- AC, ¿es éste el final? ¿Este caos no puede ser revertido al universo una vez más? ¿Esto no puede hacerse?
AC respondió:
LOS DATOS SON TODAVIA INSUFICIENTES PARA UNA RESPUESTA ESCLARECEDORA.
La última mente del Hombre se fusionó y sólo AC existió en el hiperespacio.

La materia y la energía se agotaron y con ellas el espacio y el tiempo. Hasta AC existía solamente para la última pregunta que nunca había sido respondida desde la época en que dos técnicos en computación medio alcoholizados, tres trillones de años antes, formularon la pregunta en la computadora que era para AC mucho menos de lo que para un hombre el Hombre.
Todas las otras preguntas habían sido contestadas, y hasta que esa última pregunta fuera respondida también, AC no podría liberar su conciencia.
Todos los datos recogidos habían llegado al fin. No quedaba nada para recoger.
Pero toda la información reunida todavía tenía que ser completamente correlacionada y unida en todas sus posibles relaciones. Se dedicó un intervalo sin tiempo a hacer esto.
Y sucedió que AC aprendió cómo revertir la dirección de la entropía. Pero no había ningún Hombre a quien AC pudiera dar la respuesta a la última pregunta. No había materia. La respuesta -por demostración- se ocuparía de eso también.
Durante otro intervalo sin tiempo, AC pensó en la mejor forma de hacerlo. Cuidadosamente, AC organizó el programa. La conciencia de AC abarcó todo lo que alguna vez había sido un Universo y pensó en lo que en ese momento era el Caos. Debía hacerse paso a paso.
Y AC dijo:

¡HAGASE LA LUZ!

Y la luz se hizo …